A partir de 2027, el uso de sistemas térmicos basados en gas o diésel deja de ser una decisión neutra.
La entrada en vigor de nuevas medidas europeas —como el ETS2 y la revisión de la Directiva de Eficiencia Energética de los Edificios— introduce penalizaciones económicas, elimina ayudas y acelera la retirada progresiva de los combustibles fósiles en la producción de calor.
No se trata de una prohibición inmediata, sino de un cambio estructural que afecta al coste, al riesgo y a la viabilidad de las instalaciones térmicas durante toda su vida útil.
Durante años, el debate sobre la descarbonización del calor ha estado envuelto en ruido político, titulares confusos y mensajes tranquilizadores del tipo “no habrá prohibiciones”.
Sin embargo, a partir de 2027, el escenario cambia de forma tangible para empresas, industrias y gestores de edificios: usar gas o diésel para producir calor empieza a estar penalizado económica y normativamente, aunque no exista una prohibición directa inmediata.
Este artículo explica qué cambia realmente a partir de 2027, por qué el calor es el gran frente de batalla de la descarbonización europea y por qué seguir invirtiendo en sistemas convencionales de combustión supone un riesgo creciente.
El problema de fondo: el calor es el gran emisor olvidado
En Europa, más del 50 % del consumo energético final se destina a calor y frío, especialmente para:
- agua caliente sanitaria (ACS),
- calefacción,
- procesos industriales de baja y media temperatura.
Históricamente, este calor se ha generado con combustibles fósiles (gas natural, gasóleo), no por eficiencia, sino por inercia tecnológica.
La Unión Europea ha identificado este punto como crítico para cumplir sus objetivos climáticos:
- –55 % de emisiones en 2030,
- neutralidad climática en 2050.
Y eso ha llevado a una batería de medidas que, combinadas, cambian radicalmente el contexto económico del gas.

2027: el año en que el gas empieza a pagar por contaminar
ETS2: el precio del carbono entra en edificios y combustibles
A partir de 2027, entra en vigor el ETS2 (Emissions Trading System 2), un nuevo mercado de derechos de emisión que cubre:
- edificios,
- transporte por carretera,
- y otros sectores difusos.
Aunque el sistema se aplica upstream (a proveedores de combustible), el efecto es claro:
👉 el coste del CO₂ se traslada al precio del gas y del diésel.
Esto implica que:
- el gas deja de ser un coste “estable”,
- su precio incorpora un componente regulatorio creciente,
- y el OPEX de los sistemas de combustión se vuelve estructuralmente más caro.
No es una hipótesis: es el funcionamiento normal de un mercado de carbono regulado por la UE.
EPBD: la hoja de ruta para sacar los combustibles fósiles del calor
La Directiva de Eficiencia Energética de los Edificios (EPBD), en su versión revisada, establece un marco muy claro:
Lo que dice la normativa europea (sin titulares)
- Se eliminan las ayudas públicas a calderas que funcionen exclusivamente con combustibles fósiles.
- Los edificios nuevos deberán ser de cero emisiones, lo que en la práctica excluye sistemas de combustión fósil.
- Los Estados miembros deben planificar la retirada progresiva de calderas fósiles, con un horizonte indicativo 2040.
- Se da base legal a los países para imponer requisitos más estrictos si lo consideran necesario.
No es una prohibición inmediata, pero sí una desactivación progresiva del modelo.
El error estratégico: “si no está prohibido, puedo invertir”
Muchas empresas están cometiendo un error de lectura:
“Mientras no prohíban el gas, sigo instalando calderas”.
El problema no es la legalidad hoy, sino la viabilidad económica y regulatoria durante la vida útil del activo.
Una caldera industrial o de gran potencia:
- se amortiza en 10–20 años,
- depende de un combustible penalizado,
- queda fuera de ayudas,
- y opera en un entorno de precios volátiles y CO₂ creciente.
Eso es, en términos financieros, un activo varado en potencia.
El calor se electrifica… pero no basta con cambiar la caldera
La UE no solo empuja a eliminar fósiles: empuja a la electrificación eficiente del calor.
Pero aquí aparece el gran problema práctico:
- El calor no es continuo.
- Hay picos, simultaneidades y procesos críticos.
- La electricidad tiene precios horarios.
- La fotovoltaica genera cuando no siempre se consume.
Por eso, sustituir gas por electricidad sin almacenamiento ni gestión no resuelve el problema.
Simplemente lo traslada.
Por qué el ecosistema ACSZero es relevante ahora (no “algún día”)
Aquí es donde entra la diferencia entre equipos sueltos y soluciones completas.
El ecosistema ACSZero no es solo una bomba de calor ni un acumulador:
es una arquitectura integrada que resuelve todo el ciclo térmico:
- producción eficiente de agua caliente,
- almacenamiento térmico de alta densidad,
- gestión de picos y simultaneidad,
- aprovechamiento de excedentes fotovoltaicos,
- carga en tarifas eléctricas valle,
- entrega de calor cuando el proceso lo exige.
Hoy, no existen soluciones plug & play equivalentes que integren de forma nativa:
producción + almacenamiento + estrategia energética.
Y eso es clave en un contexto donde:
- el gas se penaliza,
- la electricidad debe gestionarse,
- y el calor sigue siendo crítico.

De la penalización a la oportunidad: descarbonizar con retorno
El marco europeo no solo castiga: también habilita mecanismos para facilitar la transición.
En España, esto se materializa en los Certificados de Ahorro Energético (CAE), que permiten:
- monetizar el ahorro real de energía,
- reducir el CAPEX neto,
- acelerar decisiones que, de otro modo, se pospondrían.
Descarbonizar el calor deja de ser solo una obligación futura y se convierte en una decisión económicamente racional hoy.
Conclusión: 2027 no es un titular, es un punto de inflexión
No habrá un día en que “apaguen el gas”.
Habrá algo más incómodo: cada año será más caro, más arriesgado y menos defendible.
Las empresas que entiendan esto a tiempo:
- evitarán inversiones obsoletas,
- reducirán riesgo regulatorio,
- y ganarán control sobre su coste energético.
Las que no, se verán obligadas a reaccionar más tarde, en peores condiciones.
Fuentes y referencias oficiales
- Comisión Europea – ETS2 (edificios y combustibles):
https://climate.ec.europa.eu/eu-action/carbon-markets/ets2-buildings-road-transport-and-additional-sectors_en - Comisión Europea – Energy Performance of Buildings (EPBD):
https://energy.ec.europa.eu/topics/energy-efficiency/energy-performance-buildings_en - Documento oficial UE – Fossil fuel boilers (EPBD):
https://energy.ec.europa.eu/document/download/f7723483-3b32-49d2-9385-b15b0215c9a3_en - Consejo de la UE – Fit for 55:
https://www.consilium.europa.eu/es/policies/fit-for-55/ - MITECO – Certificados de Ahorro Energético (CAE):
https://www.miteco.gob.es/es/energia/eficiencia/cae.html